El domingo fue un día turbulento: Donald Trump arremetió contra Elon Musk, quien fue su aliado pero ahora, al parecer, es su principal irritante en Truth Social. La causa fue la iniciativa de Musk de crear un tercer partido político. A Trump no le gustó la idea y se expresó a su manera habitual: “Es triste ver cómo Elon se ha descarrilado”, señaló el presidente, y añadió que los terceros partidos en EE.UU. son un camino hacia el "CAOS TOTAL Y ABSOLUTO".

Junto con esto, Trump se aseguró de mencionar su “Gran Hermoso Proyecto de Ley” que cancela el mandato de vehículos eléctricos — un golpe directo a Tesla. Musk había afirmado anteriormente que ese mismo proyecto de ley podría llevar a América a la bancarrota.

La guinda del pastel fue una insinuación sobre un conflicto de intereses entre Musk y la NASA, sugiriendo que Musk está promoviendo a un "amigo demócrata cercano" allí, lo cual supuestamente es "inapropiado".

La ruptura entre Trump y Musk, que hasta hace poco parecía una alianza política, ha entrado oficialmente en la fase de enemistad amarga. Curiosamente, Elon Musk solía ser uno de los principales financiadores de la campaña electoral de Trump y más tarde dirigió el Departamento de Eficiencia en su administración. Sin embargo, dirigió la agencia gubernamental hasta mayo. Después de eso, se descarriló.

Ahora, Musk va en serio con su intención de sacudir el sistema con el objetivo de desafiar el sistema bipartidista. Al empresario ciertamente no le falta valentía, pero la historia de los terceros partidos en EE.UU. parece una decepción: el Partido Libertario ha existido durante décadas, pero no se ha consolidado en el Congreso.

La pregunta sigue abierta sobre si la persona más rica del mundo puede reescribir el mapa político estadounidense. Pero una cosa está clara: sus esfuerzos ciertamente no serán aburridos, especialmente sus publicaciones en Truth Social.